La tuberculosis (TB) es una enfermedad curable, causada por un bacilo, el Mybocaterium tuberculosis, que se propaga cuando una persona enferma tose, estornuda o habla. Afecta principalmente los pulmones pero también puede comprometer otros órganos como los ganglios linfáticos, los huesos, las meninges, la piel y otros órganos (ésta es llamada TB extrapulmonar). Entre las personas expuestas a la enfermedad, sólo algunas la padecen. Hay principalmente 2 presentaciones clínicas:
- Infección tuberculosa latente: existe el bacilo en el cuerpo, pero no hay enfermedad porque fue controlado por la inmunidad del paciente (las defensas), no hay síntomas, no son contagiosas y no transmiten la infección.
- Enfermedad por tuberculosis: el bacilo está presente y logra vencer la inmunidad y se multiplican. La enfermedad se puede producir poco tiempo después de infectarse, o mucho tiempo después cuando habiéndose controlado inicialmente, el bacilo logra vencer las defensas y produce la enfermedad.
Los síntomas usuales en adultos son: Tos productiva (con flemas) por 15 días o más, acompañado de:
Fiebre ------------ Pérdida de peso ------------ Sudoración nocturna
En niños, los síntomas son más inespecíficos.
Se puede prevenir:
- En niños menores de 1 año, se puede prevenir aplicando la vacuna BCG (se pone gratuita a todo recién nacido de nuestro país, excepto a los hijos de madre con infección por VIH)
- En niños que tengan contacto con alguna persona enferma con TB, debe ser valorado para descartar TB activa o iniciar tratamiento para TB latente.
- En adultos, tener hábitos de vida saludable como evitar consumo de tabaco, alcohol o sustancias psicoactivas, alimentación sana y prevenir contagio de VIH.
- La persona enferma puede proteger su boca y nariz al toser o estornudar
- En pacientes en hacinamiento, favorecer iluminación natural y ventilación
- Un enfermo debe tener acceso inmediato al tratamiento y hacer adecuado seguimiento para evitar que su mala administración pueda favorecer aparición o aumento de cepas RESISTENTES
El diagnóstico se hace por historia clínica (síntomas, antecedentes y examen físico), y además exámenes paraclínicos (de microbiología y radiografía d tórax), sin embargo, en niños el diagnóstico no es tan fácil y es muy importante estudiar a todos los niños que han tenido contacto con personas con enfermedad por tuberculosis. Sin embargo, en algunos casos se puede llegar al caso índice (el adulto enfermo inicial) cuando la sospecha clínica se hace al paciente pediátrico.
El tratamiento en nuestro país es gratuito y se puede tener acceso sin importar el tipo de afiliación de seguro médico que se tenga.
